Y la sorpresa llegó de pronto de manos de Esteban, hijo de Marián Muiños, que le alcanzó un bello ramo de flores y recibió a cambio un emocionado y apretado beso de la autora.
Y un ramo que iba y venía entre Mary Acosta y Lidia Carrizo, disputándose el privilegio de la generosidad y el aprecio mutuo. Mucho que aprender de esos gestos espontáneos y libres de vanagloria!!!
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